Es lo que asegura un jugador de Inglaterra, diciendo que el gol fue culpa del balón y no del arquero.
Leí y oí por todos lados el asunto de la pelota, que está hecha, supuestamente para hacer muchos goles. Decisión de la AFA ya que más goles es más plata, la gente se enardece y las canchas se llenan.
El asunto es que el comienzo del mundial no se caracteriza precisamente por la cantidad de goles augurados, sino más bien todo lo contrario.
Hay que creele entonces al técnico de Inglaterra, la pelota está viva y toma decisiones.
Se ha creado un monstruo, la voluntad es Argentina, porque admitámoslo, nunca se cierran las heridas contra Inglaterra, no sólo por la guerra, por nuestros damnificados soldados, sino porque aún usufructúan y abusan de la paciencia Argentina.
Lo importante en este caso es que la pelota parece que tiene bien puesta la camiseta, y yo francamente, ya le perdí el miedo, me hice amigo de ella y espero que responda a esta incipiente amistad con otras sorpresas agradables.
El resultado además, fue interesante, porque a dos equipos que tienen fama de potentes los da dejado en la mitad, ni uno, ni otro, no ganó ninguno.
Esta pelota es astuta y sarcástica dejando en el empate a dos naciones cuyas políticas de conquista son obvias.
No sé, no pude evitar encontrar en la opinión de la pelota, una interesante protesta política.
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